1. Tener la mente de Cristo:
Nuestros pensamientos son reflejos de lo que somos en el interior, es por eso que es importante alimentar nuestra mente con la verdad de Dios para poder tener la mente de Cristo. Proverbios 13:7 “Porque cual es el pensamiento en su corazón, tal es él.”
2. Transformando nuestra mente:
Nuestra manera de pensar puede ser cambiada mediante la renovación de nuestra mente con la verdad de Dios, permitiéndonos vivir en su voluntad. Romanos 12:2 “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Entonces podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”.
3. Pensando en las cosas de arriba:
Enfocarnos en las cosas espirituales y no en las cosas mundanas nos permitirá apreciar que nos hace bien. Por eso debemos habituar nuestra mirada a lo espiritual, porque día a día estaremos rodeados y observando las cosas del mundo. Cada mañana debemos empezar el día el día edificándonos con la voz de Dios. Colosenses 3:2 “Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.
4. Controlar tu mente, Controla tu vida:
Nuestros pensamientos pueden controlar nuestras acciones y decisiones, es importante tener el control sobre ellos en vez de ser controlados por ellos. Proverbios 23:7 “Porque cualquiera que se deja gobernar por sus pensamientos, ése es esclavo de ellos.”
5. Vencer nuestros pensamientos negativos:
Podemos vencer nuestros pensamientos negativos mediante la obediencia a Cristo y su verdad. 2 Corintios 10:5 “y derribamos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo.”
¿Cómo hacerlo?
–Practicando la lectura diaria de la Biblia.
-Meditando en las Escrituras.
-Pidiendo en una oración una mente renovada.
-Rodeándonos de personas que edifican nuestra fe.
-Practicando las disciplinas espirituales. (Orar, ayunar, leer, escuchas, meditar en la Palabra de Dios)
Conclusión
Es importante entender que nuestra mente es un reflejo de lo que pensamos y decimos. Si nuestros pensamientos no están alineados con la voluntad de Dios, entonces nuestras acciones, palabras y actitudes también se verán afectadas. Esto significa que tenemos la responsabilidad de controlar nuestros pensamientos para que estén alineados con la Palabra de Dios. Esto significa llenar nuestras mentes con la Palabra de Dios, escuchar música cristiana que nos aliente, rodearnos de personas que compartan nuestra fe y pasar tiempo en oración.
Estas cosas nos permitirán renovar nuestros pensamientos diariamente para que estén alineados con la voluntad de Dios. Con el tiempo, esto nos ayudará a vivir de acuerdo a los planes maravillosos que Dios tiene para nosotros.
Oración
Padre celestial, te damos gracias por tu palabra que nos enseña cómo cambiar nuestra mente para ser más como Cristo. Sabemos que nuestros pensamientos controlan nuestras acciones y deseamos ser transformados por Ti.
Te pedimos tu ayuda para dejar de lado las actitudes mundanas que nos controlan, como el orgullo, la envidia y el egoísmo. Danos la fuerza para enfocarnos en Ti y seguir tu voluntad. Ayúdanos a leer tu palabra y entenderla para aplicarla en nuestras vidas. A medida que nos sometemos a Tu voluntad, ayúdanos a dejar atrás el pasado y avanzar hacia un futuro mejor, con una mente renovada y un corazón lleno de amor y gratitud. En el nombre de Jesús, Amen.