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Bienvenidos a nuestro tiempo devocional Maná. Elecciones, cada día tendremos que elegir y no podemos sustraernos de hacerlo, de hecho, no tomar una decisión es tomarla.
“Cuando llegaron las lluvias, las inundaciones y los huracanes la casa no se derrumbó porque estaba edificada sobre la roca, pero el que oye mis enseñanzas y no las pone en práctica, es como el insensato que edificó su casa sobre la arena; cuando llegaron las lluvias, las inundaciones y los fuertes vientos la casa se derrumbó y su ruina fue irreparable”.
Creo que Dios es claro y contundente, acuérdese que Jesús en este pasaje está hablando del Sermón del Monte y prácticamente estos versículos que estamos leyendo son la finalización de una serie de mensajes que dio Jesús en el monte a sus discípulos y a la multitud; o sea que Jesús está terminando de dar una gran enseñanza que abarcó muchos aspectos de la vida.
Jesús habló de las bienaventuranzas, Jesús habló de la ira, Jesús habló del divorcio, Jesús habló de la oración, Jesús habló de los que eran verdaderos y falsos cristianos, y Jesús dio mandamientos y empezó a hablar y a decir acerca de los enemigos, de lo que había que hacer, y por eso, al final, al final de la historia, Jesús llega con esto, o sea que es muy bueno entender este pasaje de Mateo capítulo siete, sabiendo que Jesús ya ha predicado muchos conceptos, muchos principios claros para vivir en el día a día. Es lo mismo que yo quiero hacer con usted esta mañana, ¿Cuántas veces usted ha oído la Palabra de Dios? ¿Cuántas veces usted ha oído acerca de mandamientos, ordenanzas, decretos que Dios tiene para su vida?
Y tal vez en muchas áreas de nuestra vida nosotros hemos oído la voz de Dios, solo que obviamente como hay áreas donde es más fácil obedecer que en otras, pues uno siempre termina obedeciendo lo que es más fácil. En otras como que nos hacemos como que no es con nosotros, y hay muchos cristianos que hoy están renuentes a hacer la voluntad de Dios en áreas críticas de su vida.
Encontramos que hay cristianos que así es muy fácil hacer esto y obedecer a Dios en esto y en aquello, pero hay otras áreas que están vedadas para Dios para la voluntad de Dios, y pues eso no tiene coherencia, por la sencilla razón de que en esas áreas donde no le hemos entregado el control a Dios y no hacemos su voluntad vienen y entorpecen toda mi vida cristiana, vienen y hacen que Satanás destruya todo lo bueno que el Señor hace día a día.
Y por eso hay cristianos que no avanzan, que no maduran y que no crece, por eso hay personas religiosas que, aunque han conocido la Biblia y oyen y son religiosos, tampoco pasa nada en sus vidas, porque los conceptos bíblicos no son conceptos no son principios, sino que son cosas bonitas, admirables, pero no necesariamente que las tengamos que obedecer.
En este sermón el Señor está hablando y está poniendo de relieve la diferencia entre el falso cristiano y el verdadero, y él lo hace mediante la comparación entre un hombre prudente y un hombre insensato. Y eso es lo que hace la diferencia entre el cristiano y el no cristiano, no importa el nivel de escolaridad que se tenga, el que no escucha atentamente a Dios para atender su consejo es un insensato.
Todo el libro de Proverbios nos habla de eso, me encanta leer Proverbios 1:1-7. Cuando la sabiduría llama a los hombres a decirles vengan, los llamó a la cordura, a que dejen de ser simples. La verdadera sabiduría está en el temor de Dios y ante las palabras de juicio pronunciadas por el Señor Jesús. Un verdadero cristiano, Hijo de Dios, no puede hacer otra cosa que temer al Señor y a Dios atendiendo a su voz.
Y eso es lo que el Señor está ilustrando en el pasaje de escoger edificar sobre la sobre la arena o sobre la roca y esto es lo primero que debemos advertir, todos los seres humanos quieren lograr algo en sus vidas quieren determinadas cosas, quieren trabajar por ellas pero el Señor nos ilustra una enseñanza por medio de la comparación entre dos tipos de personas que construyen dos tipos de casas; Mire y verá que ahí dice “Cualquiera que me oye estas palabras y los y las hace, le compararé a un hombre que edificó su casa”, los dos están edificando una casa, los dos están yendo por un camino, los dos están trabajando esforzadamente y quieren alcanzar algo al final. Pero el punto es, piensen en el final y es ¿usted va a obtener fruto de lo que va a ser o no? Porque aquí viene el punto crítico de esta enseñanza, aquí habla del hombre prudente.
¿Qué es lo prudente? ¿Qué es lo sensato? porque yo creo que ahí es donde nos tenemos que centrar, lo prudente y lo sensato es asegurarnos del lugar donde estamos edificando. Si sabemos que van a venir vientos recios, lluvias que pueden causar creciente súbita de los ríos, entonces lo prudente para construir es ahondar en el terreno hasta llegar a un terreno rocoso para tener donde sostener la edificación.
Claro, eso le va a llevar más tiempo, más esfuerzo, más dedicación, pero es la única manera de realizar una construcción segura y con un buen cimiento que, de firmeza a la edificación completa, y he ahí el punto, por eso es por lo que nosotros en Maná de que hablamos de disciplinas espirituales y por eso pasamos dos semanas terminando el año hablando de cómo hacer un proyecto de vida.
Si ven mi querida familia todo tiene sentido, usted no puede dejar que su vida vaya a la deriva, porque el que construye su casa sobre la arena es una persona necia, dura de entender que todo lo hace a la ligera que siempre vive diciendo “no, no pasa nada, no pasa nada”, que no profundiza, que no boga mar adentro.
Ese es el punto, el sentido común y la experiencia lo demuestra. Nosotros vivimos en medio de un mundo gobernado por el pecado, expuesto al dolor, a la enfermedad, a las tragedias, a la muerte ¿Cómo podemos vivir en un mundo así? ¿Qué sentido tiene vivir una vida en medio de todas esas situaciones? ¿Cómo podemos edificar nuestras casas, nuestras familias con sensatez, con prudencia? Bueno, el Señor lo acaba de decir, es difícil levantar hijos en medio de una sociedad como la que vivimos.
Es difícil levantar una reputación personal en medio de la sociedad en la que vivimos. Es difícil, pero no es imposible. Para construir un edificio hay que seguir ciertos lineamientos, cumplir con ciertas normas; y cuando hablamos de normas a muchos no les gusta, se ofenden por ello, pero no por eso hay que desechar las normas, tampoco se puede edificar de cualquier manera y en desorden, no, usted no puede poner el techo de la casa o las ventanas si aún no ha puesto el fundamento. Hay pasos que seguir, hay instrucciones que escuchar con atención, y aquí está diciendo “El hombre prudente escucha atentamente las instrucciones que debe seguir, pues está interesado en edificar bien”, así es el verdadero creyente; está interesado en escuchar a Cristo en primer lugar antes de hacer cualquier cosa.
Dios no pide de nosotros que hagamos cosas para él, no, él quiere que tengamos una relación con él, dedicar tiempo para tener comunión con él, para crecer, cualquiera que me oye estas palabras y las hace, hay que escuchar antes de hacer cualquier cosa, y hay gente que no sabe escuchar, que se apresura a hablar sin considerar lo que dice.
Si uno es un verdadero discípulo de Cristo, si uno es una persona prudente que quiere edificar su casa sobre la roca, debe estar escuchando todo el tiempo las instrucciones para edificar.
Ahora mire lo que dice Santiago 1:22 “Sed hacedores de la palabra, y no tan sólo oidores, engañándonos a nosotros mismos”.
No basta solamente oir, sino escuchar atentamente para obedecer, para seguir las instrucciones. Tal vez en este momento usted oiga lo que yo le estoy diciendo, pero no está prestando atención, cuántas veces Dios nos ha hablado, Dios nos amonestado Dios nos dice Apártese de esto, haga esto, no es todo lo que hace el prudente que edifica su casa sobre la roca, no es lo que hace, sino escuchar con atención, seguir las instrucciones que el Señor le da.
El hombre prudente y sabio sigue instrucciones, oye el consejo para adquirir sabiduría, para poner por obra el conocimiento que recibe. El cristiano verdadero, el que ama a Cristo no sólo le escucha, sino que, habiendo entendido, va y hace la voluntad de Dios, porque sabe que la llenura del Espíritu Santo le va a preparar y le va a capacitar para esto.
Ahora aquí dice cuando se prueba dónde se edificó sobre la arena, sobre la roca, cuando vienen las pruebas, cuando vienen las lluvias, los ríos y los vientos, y golpean contra aquella casa y no cae, ¿Y por qué no cae? Porque está sobre la roca, escuchar la instrucción y seguirla no implica que no vendrá la prueba, que no habrá dificultades, implica que podemos resistirlas. Cristo dijo “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz, en el mundo tendréis aflicción, pero no teman, Yo he vencido al mundo”, dice Juan 16:33, sobre nosotros caerá con ímpetu muchas pruebas, porque los que seguimos al Señor vamos a tener toda clase de pruebas, nos vamos a enfrentar a ataques muchas veces sutiles, otros violentos.
¿Saben qué van a tratar de hacer las pruebas, los momentos difíciles? Socavar los cimientos de su fe, debilitarlo a usted para que se aparte del Señor. A veces vamos a ser seducidos por los placeres terrenales de este mundo, por la vanidad de nuestro mundo que roba nuestra atención para que nos alejemos del Señor, a veces van a venir enfermedades, unos van a venir carencias físicas o materiales, terrenales que nos entristecen y que nos tientan a dudar del Señor, de su cuidado y de su amor; a veces nos van a llegar pensamientos malos y blasfemos, a veces vamos a experimentar que el corazón está en descontento y desagrado por la vida y que nada tiene sentido.
¿Pero saben una cosa? En medio de esas tentaciones, en medio de la prueba el verdadero cristiano, el verdadero Hijo de Dios encuentra su refugio en Dios, en su palabra, en sus promesas, en su propósito eterno, así lo dice la Biblia, esta es la más grande prueba que tendremos que pasar, Cristo lo hizo, Cristo pasó esta prueba para asegurarnos la vida, y así lo dice Hebreos 5:7 “el cristiano sabe que un día tiene que partir de este mundo”, pero también el cristiano sabe que su ciudadanía está en los cielos; por eso el que ha puesto su corazón en las cosas de este mundo y haya hecho tesoros en la tierra, sabrá que edificó sobre la arena y que de nada le van a servir sus riquezas en el cielo, ni sus tesoros que hizo aquí en la tierra le van a servir en el cielo. En cambio, los que hicieron tesoros en el cielo, algún día serán llevados a su mansión celestial que les fue preparada por Cristo. ¡Gloria a Dios!
Así que, mi querido Hijo de Dios, simplemente el llamado del Señor es claro y contundente para nosotros. Tenemos que escoger; ser un cristiano entendido, un discípulo atento que responde a la palabra, que se fundamente en ella. Recuerde, edificar sobre la arena, son aquellos que piensan que las riquezas le van a dar seguridad y las riquezas son inciertas y acaba, aquellos que confían en las personas las personas cambian y traicionan, aquellos que confían en la belleza, la belleza se acaba ¿Qué le pasa a las medallas y a los títulos? ¿A los trofeos? Se llenan de moho, la vida fácil y simple nunca conducirá a nada, porque son las arenas movedizas que nos da el mundo moderno para que nos distraigamos, en cambio, en Cristo edificamos sobre la roca.
Escoja donde quiere es donde quiere edificar, porque al fin y al cabo son la vida y los momentos difíciles los que no van a terminar diciendo sobre qué verdaderamente edificamos.
Padre, gracias por esta mañana, y mi oración es que nuestras vidas cada día se afirmen en Cristo, en su Palabra, que nuestras vidas, cada día, cada día se afirmen en Él y en sus promesas.
Que no creamos a los engaños sutiles de este mundo que están llenos de visiones, que nos ponen a mirar ilusiones pero que no son verdad y que son a corto plazo, te entregamos este día que tu bendición vaya delante de nosotros, que nos guardes, que nos cuides, que nos santifiques y que tu amor siempre vaya delante de nosotros.
Nos encomendamos a ti y pedimos tu bendición en Cristo Jesús, amén y amén
Yo los espero mañana en otra decisión más, bendiciones para todos.
Toma tu agenda devocional Maná, el pasaje sugerido para la lectura en tu devocional personal el día de hoy es Filipenses 1:9-11. En muchas ocasiones tenemos equivocadas las prioridades de nuestra vida y esto deriva en tristeza, dolor y frustración, por tanto, decide vivir una vida llena de frutos de justicia de la mano de Jesús y agradando siempre a Dios.
Te invitamos ahora a que respondas las preguntas que encuentras en tu agenda que te llevarán a conocer cada vez más a Dios y crecer en tu vida espiritual. Y para confirmar tus respuestas, visita nuestra cuenta de Facebook Devocional Maná