Muchas personas se confunden al creer que el Espíritu Santo es una fuerza impersonal, cuando en realidad es una persona divina que llena a las personas de manera sobrenatural. Hay una gran diferencia entre conocer la morada del Espíritu Santo y experimentar su llenura. Solo cuando permitimos que el Espíritu Santo tome control de nuestra vida podemos experimentar una verdadera transformación y vivir en comunión con Dios.

EL ESPÍRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo no habitaba permanentemente en las personas, sino que iba y venía según la voluntad de Dios y para cumplir una tarea específica. Sin embargo, con la llegada de Jesús y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, ahora tenemos la oportunidad de tener al Espíritu Santo habitando en nosotros de manera permanente.

¿QUÉ ES SER MORADA DEL ESPÍRITU SANTO?

Ser morada del Espíritu Santo significa que Él vive en nosotros y que tenemos la capacidad de tener una relación íntima con Él. La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas nos da fuerza, sabiduría y discernimiento para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

La morada del Espíritu Santo se refiere al lugar donde Él habita en la vida de una persona que lo ha recibido. En 1 Corintios 6:19-20, la Biblia dice: “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

¿CUÁNDO SOMOS MORADA DEL ESPÍRITU SANTO?

 

Cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador y Señor, recibe también al Espíritu Santo. La Biblia dice en Efesios 1:13-14: “En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Él es la garantía de nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.” Además, en Romanos 8:9 dice: “Ustedes, en cambio, no están dominados por la naturaleza pecaminosa, sino por el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” Por lo tanto, al recibir a Cristo, se recibe al Espíritu Santo, que nos guía y nos da poder para vivir una vida transformada en Cristo.

¿QUÉ ES LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO?

La llenura del Espíritu Santo es una experiencia subjetiva que depende de nuestra disposición y obediencia a Dios. A través de la llenura del Espíritu Santo, experimentamos el poder de Dios en nuestras vidas y somos capacitados para vivir una vida cristiana victoriosa (Efesios 5:18).

Es importante notar que la llenura del Espíritu Santo no es algo que se obtiene una sola vez, sino que es una experiencia que podemos tener constantemente al permitir que el Espíritu Santo tenga el control de nuestras vidas.

Es importante notar que la llenura del Espíritu Santo no es algo que se obtiene una sola vez, sino que es una experiencia que podemos tener constantemente al permitir que el Espíritu Santo tenga el control de nuestras vidas.

DIFERENCIA ENTRE SER MORADA DEL ESPÍRITU SANTO Y SER LLENO DEL ESPÍRITU SANTO

La diferencia entre el Espíritu Santo morando en nosotros y el Espíritu Santo llenándonos es que la morada del Espíritu Santo en nosotros es una acción permanente que sucede cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, mientras que la llenura del Espíritu Santo es una experiencia temporal y renovable que sucede cuando somos conscientes de la presencia del Espíritu Santo y permitimos que Él nos llene y controle.

 

TOMEMOS ACCIÓN

El Espíritu Santo es un regalo maravilloso que Dios nos ha dado para que podamos vivir una vida plena y transformada. Es importante que no solo creamos en Él, sino que también lo recibamos y seamos una morada para Él. Debemos buscar constantemente la llenura del Espíritu Santo y permitir que Él nos guíe y transforme en nuestra vida diaria. Te invito a unirte a mí en esta búsqueda constante del Espíritu Santo, para que juntos podamos experimentar la plenitud de la vida que Dios tiene para nosotros.

ORACIÓN

Dios amado, te pedimos que nos ayudes a ser conscientes de tu presencia en nuestras vidas a través del Espíritu Santo. Que podamos buscar cada día ser una morada digna del Espíritu Santo y experimentar su llenura constante en nuestras vidas. Ayúdanos a ser fieles a ti y a los frutos del Espíritu Santo en nuestras acciones, palabras y pensamientos. Te pedimos que nos guíes y nos des la fuerza para seguir adelante en este camino de fe, confiando en tu amor y en el poder transformador del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Padre, reconocemos que sin tu Espíritu Santo en nuestras vidas estamos perdidos y sin dirección. Te pedimos que nos ayudes a ser sensibles a tu voz y a la dirección del Espíritu Santo. Ayúdanos a mantenernos firmes en nuestra fe, incluso en los momentos más difíciles, sabiendo que el Espíritu Santo nos guía y nos fortalece. Ayúdanos a ser testigos fieles de tu amor y de tu presencia en nuestras vidas, para que otros puedan ver en nosotros la luz de Cristo. En tu nombre oramos, amén.

Ministerio Maná