En la transformación hacia una vida más como la de Jesús y hacer la voluntad de Dios, necesitamos la guía del Espíritu Santo porque nuestra naturaleza humana es propensa al error y a desviarnos del camino correcto. Como dice en Proverbios 3:5-6, “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Es importante reconocer que nuestra sabiduría y entendimiento son limitados, y necesitamos la guía del Señor y de aquellos que han recorrido el camino antes que nosotros para no perdernos en el camino de la transformación.
La Biblia describe al Espíritu Santo como nuestro consolador, guía y maestro. En Juan 14:26, Jesús les dice a sus discípulos que el Padre enviará al Espíritu Santo para enseñarles todas las cosas y recordarles todo lo que Jesús les había dicho. En Juan 16:13, Jesús dice que el Espíritu Santo les guiará a toda la verdad y les mostrará cosas por venir.
¿POR QUÉ SE NOS DIFICULTA CREER EN LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO?
Desconocimiento:
Muchas personas no conocen el papel del Espíritu Santo en sus vidas y, por lo tanto, no saben cómo reconocer su presencia.
Falta de intimidad:
Para entender la guía del Espíritu Santo, necesitamos tener una relación íntima con Él. Si no nos tomamos el tiempo para orar, leer la Biblia y estar en comunión con Él, es posible que no podamos sentir su dirección.
Distracciones:
El mundo está lleno de distracciones que pueden alejarnos de la presencia del Espíritu Santo. Las preocupaciones diarias, el estrés y los problemas pueden impedirnos escuchar su voz y seguir su guía.
Falta de fe:
Cuando no confiamos en la dirección del Espíritu Santo, es posible que nos cueste seguir su guía. Si no creemos que Él puede guiarnos, es probable que busquemos nuestra propia dirección.
Pecado:
El pecado puede obstaculizar nuestra capacidad para escuchar y seguir la guía del Espíritu Santo. Si estamos viviendo en pecado, es posible que nuestra mente y nuestro corazón no estén abiertos a su dirección.
CÓMO PODEMOS CONOCER AL ESPÍRITU SANTO COMO NUESTRO TUTOR
Pídele al Espíritu Santo que te guíe:
En Romanos 8:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. Por lo tanto, es importante pedirle al Espíritu Santo que nos guíe en todo momento.
Medita en la Palabra de Dios:
El Espíritu Santo nos habla a través de la Palabra de Dios. En Juan 14:26, Jesús dijo que el Espíritu Santo nos enseñará todas las cosas y nos recordará todo lo que Él nos ha dicho. Por lo tanto, es importante leer y meditar en la Palabra de Dios para que el Espíritu Santo nos guíe.
Obedece las enseñanzas del Espíritu Santo:
En Juan 16:13, Jesús dijo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Por lo tanto, es importante obedecer las enseñanzas del Espíritu Santo para que nos guíe en todo momento.
Mantén una vida de oración:
En Efesios 6:18, Pablo nos anima a orar en todo momento con toda oración y súplica en el Espíritu. La oración nos permite conectarnos con el Espíritu Santo y nos ayuda a escuchar su guía en nuestra vida diaria.
Sé sensible a la voz del Espíritu Santo:
En Gálatas 5:25, se nos anima a caminar en el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne. Debemos estar atentos a la voz del Espíritu Santo y ser sensibles a su dirección en todo momento.
TOMEMOS ACCIÓN
Entender al Espíritu Santo como nuestro guía es fundamental para nuestro crecimiento espiritual y nuestra transformación en la imagen de Cristo. Debemos buscar una relación íntima con Él a través de la oración y la lectura de la Palabra de Dios, y estar dispuestos a obedecer su dirección en nuestra vida. Debemos aprender a confiar en Él como nuestro tutor y estar abiertos a su corrección y guía, sabiendo que Él nos llevará a la plenitud de la vida que Dios tiene para nosotros. Que esta reflexión nos motive a buscar al Espíritu Santo y a confiar en Él como nuestro guía en todo momento.
ORACIÓN
Querido Dios, te pido que me ayudes a entender mejor al Espíritu Santo como mi guía en la transformación hacia una vida más plena en ti. Ayúdame a abrir mi corazón y a escuchar su voz cuando me esté hablando. Quiero seguir sus pasos y hacer tu voluntad en todo momento.
Espíritu Santo, te pido que me enseñes a confiar en ti como mi tutor en el camino de la vida. Guíame por el camino correcto y muéstrame tu amor y tu gracia en cada paso del camino. Ayúdame a vivir en tu presencia y a ser un testimonio fiel de tu amor y tu bondad para aquellos que me rodean. En el nombre de Jesús, amén.