La naturaleza de Dios: amor y justicia
Dios es amor (1 Juan 4:8), pero también es justo (Salmo 89:14). Aunque Dios quiere que todos sean salvos (1 Timoteo 2:4), no puede ignorar el pecado y la injusticia. La justicia de Dios demanda que se castigue el pecado, pero su amor también proporciona un camino hacia la salvación.
El libre albedrío y la responsabilidad humana
Dios nos ha dado el libre albedrío para que podamos elegir entre seguirle o rechazarle. La decisión de aceptar o rechazar a Dios y su oferta de salvación es nuestra responsabilidad. Cada persona es responsable de su propio destino eterno y de las consecuencias de sus acciones (Gálatas 6:7-8).
La misericordia de Dios y la salvación a través de Jesucristo
Aunque Dios es justo y debe castigar el pecado, también es misericordioso y ha provisto un medio de salvación a través de Jesucristo. Jesús murió en la cruz para pagar la pena por nuestros pecados y ofrecer el perdón y la salvación a aquellos que creen en Él (Juan 3:16).
La realidad del infierno y la justicia divina
El infierno es un lugar de castigo eterno para aquellos que rechazan a Dios y su oferta de salvación (Mateo 25:46). Aunque puede parecer difícil de entender cómo un Dios bueno puede permitir el sufrimiento eterno, es importante recordar que Dios respeta nuestro libre albedrío y no obliga a nadie a aceptar su amor y salvación.
Llamado a la acción:
Es fundamental reflexionar sobre nuestra relación con Dios y nuestras decisiones en esta vida. Si aún no has aceptado a Jesucristo como tu Salvador personal, te animo a que lo hagas hoy y experimentes el amor, la misericordia y el perdón que Dios ofrece.
Oración:
Señor, gracias por tu amor y justicia, y por enviar a Jesucristo para ofrecernos salvación. Ayúdanos a entender tu naturaleza y a tomar decisiones sabias en nuestra vida que nos acerquen a ti. En el nombre de Jesús, amén.