Vivimos en un mundo en constante cambio y, a menudo, en desacuerdo con la voluntad de Dios. En medio de este ambiente, es imperativo que los creyentes encuentren la manera de escuchar y seguir la guía del Espíritu Santo. Sin embargo, esto puede ser un desafío cuando estamos rodeados de amigos y seres queridos que no comparten nuestra fe o no están dispuestos a escuchar la voz del Espíritu Santo. En este blog, exploraremos cómo podemos mantenernos fieles a la guía del Espíritu Santo mientras navegamos por un mundo que va en contra de la voluntad de Dios y cómo lidiar con las relaciones que pueden obstaculizar nuestra conexión con el Espíritu.

SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRA RELACIÓN CON DIOS

(Proverbios 13:20):

Es esencial comprender que, aunque nuestros amigos y seres queridos pueden influir en nuestras decisiones y creencias, cada individuo es responsable de su propia relación con Dios. La Biblia nos enseña que debemos amar y cuidar a aquellos que nos rodean, incluso a aquellos que no comparten nuestras creencias. No obstante, también se nos insta a ser sabios en nuestras relaciones y a buscar compañía que nos anime a crecer en nuestra fe. Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios será sabio, pero el que se junta con necios acabará mal”. Esto significa que debemos ser conscientes de cómo nuestras amistades afectan nuestra relación con Dios y nuestro crecimiento espiritual.

(Juan 14:26):

Para seguir la guía del Espíritu Santo en un mundo que va en contra de la voluntad de Dios, debemos fortalecer nuestra relación con Dios y desarrollar un oído atento a Su voz. Esto se logra a través de la oración, la meditación en la Palabra de Dios y la participación activa en una comunidad de creyentes que nos apoye y nos desafíe en nuestra fe. Al cultivar una vida de comunión íntima con Dios, seremos más capaces de discernir Su voz y recibir la guía del Espíritu Santo, incluso cuando las influencias externas intenten distraernos. Juan 14:26 nos recuerda: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

(Mateo 10:37):

Cuando enfrentamos situaciones en las que nuestros amigos y seres queridos no siguen la guía del Espíritu Santo, es importante recordar que nuestra principal lealtad debe ser a Dios. Aunque puede ser difícil equilibrar nuestras relaciones humanas con nuestro compromiso con Dios, es fundamental establecer límites saludables y tener conversaciones honestas con aquellos que nos rodean. Al hacerlo, podemos expresar amor y preocupación por nuestros amigos y seres queridos, al mismo tiempo que nos mantenemos firmes en nuestra fe y en nuestro deseo de seguir la guía del Espíritu Santo. Mateo 10:37 nos advierte: “El que ama a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; y el que ama a su hijo o hija más que a mí no es digno de mí”.

(Romanos 12:2):

A continuación, presentamos una lista de consejos para vivir en el mundo con la guía del Espíritu Santo:

Renueve su mente diariamente: Lea la Biblia y medite en las Escrituras para mantener su enfoque en Dios y Su voluntad. Romanos 12:2 nos instruye: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Ore sin cesar: Mantenga una comunicación constante con Dios a través de la oración para buscar Su guía y fortaleza en cada situación (1 Tesalonicenses 5:17).

Busque el consejo de otros creyentes: Establezca relaciones sólidas con otros cristianos que puedan ofrecer apoyo, consejo y ánimo en su caminar con Dios (Hebreos 10:24-25).

Aprenda a discernir la voz del Espíritu Santo: Pida a Dios sabiduría y discernimiento para reconocer la guía del Espíritu en su vida (Santiago 1:5).

Sea un ejemplo de la fe: Demuestre el amor de Dios en sus acciones y palabras, y deje que su vida sea un testimonio del poder transformador del Espíritu Santo (Mateo 5:16).

Establezca límites saludables: Asegúrese de establecer límites apropiados en sus relaciones, especialmente con aquellos que no siguen la guía del Espíritu Santo, para proteger su conexión con Dios (2 Corintios 6:14).

TOMEMOS ACCIÓN:

Navegar por un mundo que va en contra de la voluntad de Dios mientras seguimos la guía del Espíritu Santo no siempre es fácil, especialmente cuando nuestras relaciones pueden desafiarnos en nuestra fe. Sin embargo, al cultivar una relación profunda y personal con Dios, establecer límites saludables en nuestras amistades y seguir los consejos mencionados anteriormente, podemos encontrar el equilibrio necesario para vivir una vida guiada por el Espíritu Santo y ser un testimonio del amor de Dios en un mundo que lo necesita desesperadamente.

ORACIÓN
Padre celestial, te damos gracias por el amor y la guía que nos ofreces a través del Espíritu Santo. Reconocemos que vivimos en un mundo lleno de desafíos y tentaciones que, a veces, nos alejan de Ti. Te pedimos que nos des la sabiduría y la fortaleza para resistir la corriente del mundo y las influencias negativas que pueden afectar nuestra relación contigo. Ayúdanos a discernir la voz del Espíritu Santo y a establecer límites saludables en nuestras amistades, para que no nos dejemos llevar por aquellas que puedan alejarnos de tu guía y amor.

Señor, también te pedimos por aquellos amigos que no conocen tu amor y tu verdad. Te suplicamos que obres en sus vidas y les reveles tu gracia, para que también puedan experimentar la paz y la esperanza que solo Tú puedes brindar. Ayúdanos a ser testigos fieles de tu amor y a mostrar compasión hacia aquellos que nos rodean, sin permitir que sus acciones afecten nuestra comunión contigo. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor. Amén.

Ministerio Maná