Bienvenidos a esta experiencia diaria con Dios.

 

Bienvenidos a nuestro tiempo devocional Maná. Elecciones, cada día tendremos que elegir y no podemos sustraernos de hacerlo, de hecho, no tomar una decisión es tomarla, por eso hoy hablaremos de la puerta ancha y la puerta estrecha.

Devocional│¿Por qué es tan difícil ir por la puerta estrecha?

Ir por la puerta estrecha no es fácil porque para lograrlo debemos ser unos verdaderos cristianos, y aunque la fe en Jesucristo es un regalo gratuito y una bendición, seguir a Cristo implica una constante lucha contra el pecado, la tentación y las dificultades de la vida. Hoy exploraremos algunas de las principales dificultades que enfrentamos los cristianos al tratar de ir por la puerta estrecha y cómo podemos enfrentarlas y superarlas con la ayuda de Dios.

Dificultades que impiden ir por la puerta estrecha


1. La tentación de seguir el camino fácil


Muchas veces, el camino ancho y espacioso parece más atractivo porque es más fácil seguirlo. Nos conformamos con la vida mundana y no queremos esforzarnos por seguir a Jesús. Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál es la buena, aceptable y perfecta voluntad de Dios”

 

2. La presión del mundo


A menudo nos sentimos presionados por las expectativas y los valores del mundo en el que vivimos, y esto puede hacer que sea difícil decidir seguir a Jesús. Sin embargo, debemos recordar que Dios nos ha llamado a ser diferentes y a vivir de acuerdo a sus principios, y eso significa resistir la presión del mundo y buscar su voluntad. Gálatas 1:10 advierte: “No sea que, buscando agradar a los hombres, yo no sea siervo de Cristo”.

 

3. Distracciones del mundo


En el punto anterior observamos la presión del mundo en nuestra vida. En este punto nos referimos al amor por las cosas mundanas. Amar el mundo puede distraernos de seguir a Jesús. Es fácil amar las riquezas, el poder y el placer del mundo en lugar de amar a Dios. Debemos recordar que todo lo que hay en el mundo pasará, pero el amor de Dios es eterno. 1 Juan 2:15 dice: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.

 

4. La comodidad y la falta de compromiso


A veces nos resistimos a seguir a Jesús porque significa dejar atrás nuestras comodidades y comprometernos de manera total para vivir para Él. Sin embargo, debemos recordar que Jesús nos ha llamado a morir a nosotros mismos y a dejar que él viva en nosotros, y eso requiere un compromiso y una entrega total, como lo leemos en Lucas 14:33: “Así que, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.

 

5. Nuestros deseos


Se nos dificulta ir por la puerta estrecha, porque muchas veces no estamos dispuestos a renunciar a nuestro ego y a poner a los demás antes que a nosotros mismos. Esto significa servir a los demás y no buscar siempre nuestra propia gloria o nuestros propios intereses. Si queremos ser verdaderamente seguidores de Jesús, debemos estar dispuestos a sacrificar nuestros deseos y necesidades por el bien de otros y por el reino de Dios. Marcos 9:35 lo explica: “Y si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el siervo de todos”.

 

Cómo enfrentar los obstáculos


1. Vivir en humildad y depender de Dios


Humillarse no es una tarea fácil. A menudo nos encontramos luchando contra la arrogancia y el orgullo, que nos impiden seguir a Jesús e ir por la puerta estrecha. Sin embargo, para enfrentar estas dificultades, debemos humillarnos y reconocer nuestra dependencia de Dios y nuestra necesidad de su gracia. 1 Pedro 5:6 afirma: “Sino humillaos cada uno de vosotros debajo de la mano de Dios, para que él os exalte”.

 

2. Desarrollar una actitud de sacrificio


La vida cristiana nos llama a seguir a Jesús por la puerta estrecha, lo que significa renunciar a nuestros propios planes y deseos y ponerlos en segundo lugar detrás de lo que Dios quiere para nosotros. Esto requiere sacrificio y una disposición para entregar nuestra voluntad a Dios. Lucas 9:23 nos dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.

 

3. Crear un hábito de oración y relación íntima con Dios


La oración es una forma de depender de Dios y pedirle su fuerza y su guía para seguir a Jesús por la puerta estrecha. Cuando nos enfrentamos a dificultades en nuestro camino cristiano, es esencial orar y pedirle a Dios que nos dé la perseverancia y la fortaleza necesarias para seguir adelante. Gálatas 6:9 nos exhorta: “No se cansen de hacer bien, porque a su tiempo cosecharán, si no desmayan”.

 

4. No caminar solo


No estamos destinados a seguir a Jesús por la puerta estrecha de forma aislada. Necesitamos la ayuda y el apoyo de una comunidad cristiana para animarnos y exhortarnos en nuestro camino. Al rodearnos de otros cristianos, podemos ser guiados por el Espíritu de Dios y ser más fuertes juntos que por separado. Romanos 8:14 nos dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.

 

5. Mirar hacia lo eterno


A veces, podemos ser tentados a seguir el camino fácil porque no vemos más allá de nuestra vida actual. Es importante recordar que nuestra vida terrenal es solo una pequeña parte de nuestro tiempo eterno y debemos tener una perspectiva de eternidad al tomar decisiones. 1 Juan 2:16 nos advierte: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

 

Conclusión:


La vida cristiana no es fácil. Enfrentamos muchas tentaciones y obstáculos que nos impiden seguir a Jesús por la puerta estrecha. Pero a pesar de todas estas dificultades, Jesús nos llama a tomar una decisión y seguirle a él. Él es la puerta por la que debemos entrar y el camino a la vida eterna. Aunque el camino estrecho puede ser difícil y exigente, vale la pena seguir a Jesús y vivir una vida de servicio y compromiso con él. Al final, es él quien nos recompensará con una vida eterna llena de alegría y satisfacción. ¿Estás dispuesto a tomar una decisión hoy y seguir a Jesús por la puerta estrecha?

 

Oración:


Padre celestial, te damos gracias por tu amor y tu gracia. Sabemos que no somos dignos de tu bondad, pero confiamos en tu promesa de que eres fiel para cumplir tus promesas. Ayúdanos a tomar la decisión de seguir a Jesús por la puerta estrecha. Ayúdanos a tener una fe auténtica y a tener una perspectiva eterna al tomar decisiones. Ayúdanos a luchar contra la tentación y la comodidad, y a renunciar a nuestro ego. Ayúdanos a enfrentar las dificultades con valentía y determinación. Te pedimos esto en el nombre de Jesús. Amén.

Ministerio Maná