¿Cómo quieres vivir tu vida?

Cómo vamos a vivir nuestra vida, si vamos a estar llenos de amor o de odio. En el devocional de hoy, reflexionamos sobre cómo nuestras relaciones cercanas, especialmente con nuestra familia, pueden ser un factor en esta decisión. La Biblia nos enseña a amar a nuestros enemigos y a poner la otra mejilla, y esto es especialmente importante cuando se trata de nuestra familia. El odio solo destruirá nuestras vidas y nuestras relaciones, mientras que el amor edifica y da vida. Como creyentes, debemos imitar a Cristo y poner nuestra vida por los hermanos, amando a los perdidos y buscando llevarles el amor de Dios. No permitamos que nuestro corazón se cierre y recordemos que el amor es la evidencia de que hemos nacido a una vida nueva en Cristo.

¿Por qué odiamos a las personas que hemos amado?

Es más fácil odiar a las personas que hemos amado debido a que cuando amamos a alguien, entregamos nuestros corazones a esa persona y nos abrimos a la posibilidad de ser lastimados. Cuando esa persona nos lastima o decepciona, nuestro amor se convierte en dolor y resentimiento. El odio es a menudo una respuesta natural a ese dolor y resentimiento. Además, cuando amamos a alguien, nuestras expectativas son altas y cuando no se cumplen, puede ser fácil sentir desesperanza y odiar a esa persona. La Biblia nos recuerda la importancia de perdonar y amar a nuestros enemigos, incluso a aquellos que nos han lastimado (Mateo 5:44, Lucas 6:27-36). Sin embargo, esto no significa que sea fácil, pero es un llamado a seguir a Jesús y depender de su gracia para poder amar a aquellos que nos han lastimado.

¿Cómo afecta nuestra vida vivir con odio?

 

El odio nos aleja de Dios: El odio es un pecado y aleja al cristiano de la gracia y la comunión con Dios. La Biblia nos dice en 1 Juan 1:6 “Si decimos que mantenemos comunión con él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.” Vivir en odio significa andar en tinieblas y alejarnos de la luz de Dios.

El odio destruye relaciones: El odio no solo afecta a la relación con Dios, sino también a las relaciones humanas. La Biblia nos dice en Proverbios 10:12 “El odio despierta contiendas, pero el amor cubre todas las faltas.” Vivir en odio significa despertar contiendas y destruir relaciones importantes.

El odio nos hace esclavos: La Biblia nos dice en Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?” Vivir en odio significa ser esclavo del pecado y de la muerte espiritual.

El odio nos impide perdonar: La Biblia nos dice en Mateo 6:14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Vivir en odio significa ser incapaces de perdonar y perder la posibilidad de ser perdonados por Dios.

El odio nos impide amar a los demás: La Biblia nos dice en 1 Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” Vivir en odio significa ser incapaces de amar a los demás y a Dios.

Cómo se debe manifestar el amor en los cristianos según 1 Juan 3

El amor como señal de una vida espiritualmente viva: El apóstol Juan en su primera carta (1 Juan 3:11-18) hace un contraste entre el odio y el amor, y afirma que el amor es la evidencia de que hemos nacido a una vida nueva en Cristo. En este versículo, se nos enseña que debemos amarnos los unos a los otros, como Cristo nos amó y se entregó por nosotros en la cruz.

El amor como sacrificio: El versículo 16 de 1 Juan 3 nos enseña que en esto es conocido el amor, que Jesús puso su vida por nosotros, y nosotros debemos poner la vida por los hermanos. Es importante recordar que el amor no siempre es fácil, pero como cristianos debemos estar dispuestos a sacrificarnos por los demás.

El amor como acción: El versículo 17 de 1 Juan 3 nos dice que no debemos amar solo de palabra, sino de hecho y en verdad. Es fácil decir que amamos a los demás, pero el verdadero amor se demuestra en acciones concretas, como ayudar a los necesitados, perdonar a los que nos han ofendido, y servir a los demás.

El amor como prueba de que Dios habita en nosotros: En el versículo 17 de 1 Juan 3, se nos pregunta “¿Cómo mora el amor de Dios en él?” si alguien tiene bienes y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón. Es importante recordar que el amor es uno de los frutos del Espíritu Santo (Galatas 5:22), y si no amamos a los demás, es probable que Dios no esté realmente habitando en nosotros.

El amor como forma de imitar a Cristo: En el versículo 18 de 1 Juan 3, se nos dice que debemos amar de hecho y en verdad, como una forma de imitar a Cristo, quien nos dio el ejemplo supremo de amor en su muerte en la cruz. Como cristianos debemos tratar de vivir como Jesús vivió, amando a los demás incondicionalmente.

 

Consejos prácticos para vivir en el amor de Dios

1. Practicar la oración y la meditación en la Palabra de Dios: A través de la oración y la meditación en las Escrituras, podemos cultivar un corazón lleno de amor y dejar que el Espíritu Santo nos guíe en nuestras relaciones con los demás. (Salmo 119:97-104)

2. Practicar el perdón: El perdón es clave para vivir en amor y no en odio. Debemos perdonar a aquellos que nos han lastimado, y pedir perdón cuando hayamos lastimado a alguien. (Mateo 6:14-15)

3. Buscar la sabiduría de Dios: La sabiduría de Dios nos ayuda a entender cómo tratar a los demás con amor y respeto. (Santiago 1:5)

4. Vivir en gratitud: El agradecimiento es esencial para vivir en amor y no en odio. Agradecer por las bendiciones y los regalos que Dios nos ha dado nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva más positiva y a tratar a los demás con amor y compasión. (1 Tesalonicenses 5:18)

5. Servir a los demás: Servir a los demás es una forma de mostrar amor y dejar de enfocarnos en nosotros mismos. (Mateo 25:40)

Toma acción

Es importante recordar que el odio puede tener un gran impacto negativo en nuestras vidas como cristianos. Puede afectar nuestras relaciones, nuestra salud emocional y espiritual, y nuestra capacidad para ser testigos efectivos de Cristo. Es esencial que practiquemos vivir en amor, siguiendo los principios y enseñanzas bíblicas. Esto puede incluir perdonar a los demás, incluso a nuestros enemigos, practicar la empatía, y buscar entender las perspectivas de los demás. También es importante recordar que el amor no es algo que podamos generar por nosotros mismos, sino que es un regalo de Dios que debemos pedir y cultivar cada día. Orando y buscando la guía de Dios, podemos superar el odio y vivir en amor.

 

Oración

Padre celestial, te damos gracias porque eres un Dios de amor y perdón. Sabemos que en tus mandamientos nos das claramente la orden de amarnos los unos a los otros, y aunque a veces nos cuesta entenderlo, sabemos que ese amor es el camino hacia la vida eterna. Te pedimos que nos ayudes a entender el amor de una manera más profunda, ayúdanos a entender que el amor no es solo un sentimiento, sino una acción, y que esa acción debe ser constante y sostenible.

Padre, sabemos que es más fácil odiar a las personas que hemos amado, pero te pedimos que nos ayudes a superar esos sentimientos de odio y rencor. Ayúdanos a perdonar a aquellos que nos han herido, y a amarlos incondicionalmente, como tú nos amas a nosotros. Danos la humildad para admitir nuestros errores y pedir perdón, y la gracia para perdonar a los demás. Te pedimos esto en el nombre de Jesús, nuestro salvador. Amen.

Ministerio Maná